Esta es una sección en la que les voy a poner todas las citas que saco de algún libro en especifico. Tengo la manía de copiar todas las frases que me gustan, que me llegan que me hacen sentirme bien.
Esta semana decidí ponerles las citas de:
Citas:
El amor es lo
único en lo que no deberías transigir jamás
Citas:
Quien mira hacia fuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta. –
Carl Jung
Pero echare de menos esta antigua y elegante casa adosada de piedra
arenisca. “Es resistente como la abuelita”, decía mama de su hogar. Pero, para mí,
nunca ha habido casi ni persona tan solida como la hija de la abuelita, mi
madre.
Pero eso no es verdad. Mi madre me diría que estoy guapa, aunque se me
haya corrido el maquillaje. Insistiría en que la humedad ha realzado mis largas
ondas caobas, sin crear un revoltijo estropajoso, y en que mis ojos hinchados y
enrojecidos siguen siendo los ojos castaños y conmovedores de un poeta.
Siento
la amenaza de lágrimas y me giro. ¿Quién me levantara la moral ahora que mi
madre se ha ido?
Me han dicho que una batalla larga contra el cáncer es peor
que una corta, pero no tengo claro que esto valga para los que nos quedamos.
Has
sido mi voluntad, mi alma, y te doy las gracias. No quería dejarte aun. Nos
quedaba tanta vida y tanto amor todavía, ¿verdad? Pero eres fuerte, resistirás,
hasta prosperaras, aunque ahora no me creas. Sé que hoy estas triste. Deja que
la tristeza se aposente un poco.
Naturalmente, has cambiado, pero, cariño,
temo que hayas abandonado tus verdaderas aspiraciones. ¿Acaso tienes algún
objetivo a día de hoy?
Habría hecho cualquier cosa con tal de borrar ese
dolor y ese pesar de tu preciosa cara.
El miedo al cambio nos paraliza.
Me sorprendo sonriendo y me doy cuenta de que, por primera vez desde su
muerte, su recuerdo me hace sentir feliz, no triste.
Y eso es exactamente lo
que ella querría, la mujer a la que le encantaba reírse.
Eleanor Roosevelt dijo en cierta ocasión: “Haz cada día algo que te
asuste”. Continua forzándote a hacer aquellas cosas que te asustan, cariño.
Asume esos riesgos y a ver a donde te llevan, porque son justamente las cosas
que hacen que este viaje merezca la pena.
“Querida Brett:
Tal vez recuerdes la historia que solía contarte
del viejo que buscaba la felicidad. Recorre el mundo, pidiéndole a todo el que
se encuentra que le cuente el secreto de una vida feliz. Pero nadie es capaz de
expresar cual es el secreto. Finalmente, el anciano conoce a un buda que accede
a revelarle el secreto. El buda se inclina y coge al anciano de las manos. Lo
mira a sus ojos cansados y dice: “No hagas cosas malas. Haz siempre cosas
buenas.”
El anciano lo mira fijamente, confundido. “Pero eso es demasiado
simple. ¡Lo sé desde que tenía tres años!”
“Si”, dice el Buda. “Todos lo
sabemos a los tres años. Pero a los ochenta nos hemos olvidado.”
Felicidades,
hija mía, por hacer cosas buenas. Es, en efecto, el secreto para una vida
feliz.”
– Me preocupo por ti. – Pone los ojos en blanco, pero yo sigo
hablando. – Se que no quieres oírlo, y se que aun no confías en mi, pero es la
pura verdad. Y cuando te preocupas por alguien, quieres ayudarle.
No hay debería que valga
cuando se trata de nuestros sentimientos. Son lo que son.
Las citas a ciegas no son mas que una lección de humildad, una
ocasión en la que realmente percibes lo que los demás creen que mereces.
Y, en algún momento, tomate unos instantes para imaginarte un mundo
donde, en lugar de enseñar a nuestros niños a ser fuertes, les enseñáramos a
ser sensibles.
Las hadas madrinas solo pueden intervenir hasta cierto punto. Creo
que todos tenemos el poder de concedernos nuestros deseos. Únicamente tenemos que
encontrar el valor.
¿Dónde esta exactamente esa línea entre el valor y la arrogancia,
entre desear lo correcto y esperar mas de lo que merecemos?
¿Cómo le digo que busco algo tan especial que cuando suceda no tenga
que preguntarme si lo he encontrado?
¿Leyeron el libro? ¿Cual es la frase que mas les gusto?
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