Esta es una sección en la que les voy a poner todas las citas que saco de algún libro en especifico. Tengo la manía de copiar todas las frases que me gustan, que me llegan que me hacen sentirme bien.
Esta semana decidí ponerles las citas de:
Tienes que
comprenderlo: yo no soy nadie especial. Soy solo una chica normal. Mido uno
sesenta y soy del montón en muchas cosas.
Citas:
Las enfermedades mas
peligrosas son aquellas que nos hacen creer que estamos sanos. – Proverbio 42,
Manual de FSS.
Debemos estar
continuamente en guardia contra la enfermedad; la salud de nuestra nación, de
nuestro pueblo, de nuestras familias, de nuestras mentes depende de una
vigilancia constante. – “Medidas básicas de salud”, Manual de FSS (12º edición)
El corazón es
algo muy frágil. Por eso hay que tener tanto cuidado con el.
Señor, ancla
nuestros pies en la tierra y nuestros ojos en el camino, y no nos dejes olvidar
a los ángeles caídos que, queriendo elevarse, se quemaron con el sol y
perecieron en el mar con las alas derretidas. Señor, ancla mis pies en la
tierra y mantén mis ojos en el camino para que nunca tropiece. - Salmo 42
Me interesa la
fotografía porque me gusta el modo en que captura y preserva un momento
concreto de tiempo.
Si de veras quisieran que fuéramos felices, nos dejarían elegir a nosotros.
– Las opciones
son siempre limitadas – replico, brusca. – Así es la vida.
– Ya sabes que no
podes ser feliz a menos que seas desgraciada alguna vez, ¿verdad? – me dice
susurrando, y su voz es áspera como si acabara de llorar.
El diablo se
introdujo a escondidas en el Jardín del Edén. Llevaba consigo la enfermedad, DELIRIA NERVOSA DE AMOR, en forma de semilla. Creció y floreció hasta
convertirse en un magnifico manzano que daba unas frutas tan relucientes como
la sangre. – “Génesis”, Historia completa del mundo y del universo conocido,
Dr. Steven Horace (Universdad de Harvard)
Las evaluaciones
siguen ciertas pautas, evidentemente, pero siempre hay un componente de azar. A
veces da la sensación de que todo el proceso esta concebido para confundir e
intimidar lo mas posible.
Ningún chico en
sus cabales me elegiría a mi habiendo gente como ella en el mundo. Seria como
conformarse con una galletita rancia cuando lo que queres en realidad es un
pote grande de helado con crema, cerezas y chocolate por encima. Así que yo estaré encantada de recibir una pulcra hoja impresa con mis “emparejamientos
aprobados”. Por lo menos, eso me garantiza que terminare emparejada con
alguien. Da igual que nadie haya pensado que soy linda (aunque a veces
desearía, solo por un segundo, que alguien lo creyera). Incluso daría igual que
yo fuera tuerta.
Me siento muy
sola, rodeada por estas gruesas paredes que amortiguan todos los sonidos,
aislada del sol y del viento y del calor: todo perfecto y antinatural.
Te amo.
Recordalo. Eso no pueden quitártelo.
No puedo seguir
manteniendo alejadas las imágenes: se alzan ya como una inundación. Hay una
palabra que no hace mas que inscribirse en mi cerebro, como si estuviera
marcada a fuego. DOLOR. Querían que mi madre se sometiera a una cuarta
intervención. Iban a venir por ella la noche en que murió, venia para llevarla
a los laboratorios. Pero en lugar de esperarlos, ella huyo hacia la oscuridad, desplegó las alas. Y antes, me despertó con aquellas palabras: “Te amo.
Recordalo. Eso no pueden quitártelo”. Esas palabras que el viento parecía
traerme de vuelta mucho después de que ella desapareciera, repetidas en los
arboles secos, en las hojas que tosían y susurraban durante los fríos amaneceres.
Bueno, no es gris
exactamente. Es el color del cielo justo antes de la salida del sol; ese color pálido indefinido… No es realmente gris, sino una especie… una especie de
blanco, y siempre me gusto porque lo relaciono con la esperanza de que suceda
algo bueno.
En cuanto alzo la
vista, sus ojos se clavan en mi. Me quedo sin aire y todo se congela por un
instante, como si le estuviera mirando a través de la lente de mi cámara, con
el ZOOM a tope; como si el mundo se detuviera en ese breve lapso de tiempo,
entre la apertura y el cierre del obtulador.
Es raro como
funciona la vida. Deseas algo y tenes que esperar y esperar, y sentís que no
llega nunca. Luego sucede y se va, y todo lo que deseas es acurrucarte una vez
mas en el instante anterior a que cambiaran las cosas.
Soy buena en eso
de decir una cosa cuando estoy pensando otra, en hacer ver que presto atención
cuando no lo hago, en fingir que estoy tranquila y feliz cuando en realidad
estoy desquiciada.
Todas las
personas en quienes confías, todas aquellas con las que crees que poder contar,
te acaban decepcionando. Cuando la gente actúa a su libre albedrío, miente y
guarda secretos, cambia y desaparece; algunos, tras una cara o una
personalidad distinta; otros, tras una densa niebla o tirándose por un
acantilado.
Un mundo sin
miedo. Imposible.
Y aunque me encuentro
en medio de la mayor multitud que vi en mi vida, me siento completamente sola.
Casi todas las
cosas, incluso los mayores movimientos de la Tierra, tiene su comienzo en algo pequeño.
Es como si
tuviera un filtro, instalado en el cerebro, solo que en vez de mejorar la
calidad de lo que pasa por el, lo retuerce todo de forma que lo que sale de mi
boca es totalmente inadecuado, completamente distinto de lo que yo quería
decir.
A veces siento
que si uno observa las cosas, si se sienta quieto y deja que todo exista frente
a el, el tiempo se detiene por un instante y el mundo se congela a medio giro.
Solo por un instante. Y si de algún modo uno es capaz de vivir en ese segundo,
puede vivir para siempre.
Te voy a contar
otro secreto, este por tu propio bien. Podes pensar que el pasado tiene algo
que decirte. Podes pensar que deberías escuchar, esforzarte por distinguir
susurros, que deberías hacer lo imposible, inclinarte para escuchar la vos que
murmura desde el suelo, desde los lugares muertos. Puede que pienses que ahí
vas a encontrar algo, algo que comprender o a lo que encontrarle un sentido.
Pero yo se la verdad. La conozco de las noches de frialdad. Se que el pasado va
a tirar de vos hacia abajo y hacia atrás, que te va a engañar con el susurro
del viento y los gemidos de los arboles, que te va a impulsar a descifrar lo
que no entendes, a recomponer lo que estaba roto. No hay esperanza. El pasado
no es mas que un lastre. Se instala en tu interior como una piedra. Haceme caso.
Si oís que el pasado te habla, si sentís que tira de tu espalda y que te pasa
los dedos por la columna, lo mejor que podes hacer, lo único, es correr.
Por las noches
duermo sin sueños. Por las mañanas me despierto aturdida.
Los sentimientos
no son para siempre. El tiempo no espera a nadie, pero el progreso espera a que
el hombre lo haga realidad.
De quien deberían
protegernos es de la gente que al final nos abandonara, de toda la gente que
desaparecerá o nos olvidara.
¿Pero que
esperaba yo? Ese es el quid de la cuestión, después de todo. No se puede volver
atrás.
Me inunda la ira
y el asco y me dan ganas de gritar.
Esta tan cerca
que no puedo respirar, moverme, hablar ni pensar. Cada vez que me roza con sus
dedos, el tiempo se tambalea, como si estuviera a punto de disolverse. El mundo
a mi alrededor se desvanece, todo excepto nosotros. Nosotros.
De nuevo el
cuarto parece encogerse en torno a nosotros. Siento sus ojos en mi como un
tacto cálido, pero me da demasiado miedo mirarle. Me da miedo perderme en sus
ojos, olvidarme de todas las cosas que se supone que tengo que decir.
Sus manos
encuentran mi rostro, sus yemas me rozan la frente, la parte superior de los
oídos, el hueco de las mejillas. Por donde toca, esparce fuego. Todo mi cuerpo
arde, los dos estamos convirtiendo en chispas gemelas de la misma llama
brillante y blanca.
¿Estas segura de
que ser como todo el mundo te va a hacer feliz?
El resto del
mundo se ha disuelto. Solo queda el. Solo quedo yo. Solo nosotros.
“Todo va a ir
bien”. Palabras que no significan nada en realidad, no son mas que sonidos
emitidos en la inmensidad y la penumbra, pequeños intentos desesperados de
agarrarnos a algo cuando caemos.
Susurra: “Eres
preciosa”, y cuando sus ojos se juntan con los míos se que es verdad, que lo
dice en serio.
El tiempo salta.
Se escapa como el agua entre los dedos.
De alguna manera, nuestro dolor lo
hace todo mas intenso, mejor; hace que valga mas la pena.
Hay tantas cosas que aun
desconozco sobre el, tanto pasado y tanta historia enterrados en algún rincón
de su interior… Hay muchas cosas que no le he preguntado, y muchas otras sobre
las que nunca hablamos. Sin embargo, en otros aspectos siento que le conozco de
verdad y que siempre le he conocido, sin necesidad de que el me haya contado
nada.
Es algo increíble, como te puedes
sentir tan cuidada por alguien y al mismo tiempo saber que morirías o harías cualquier
cosa por protegerle a el también.
¿Cómo te amo? Deja que te cuente
los modos. Te amo con toda la profundidad, amplitud y altura que mi alma
alcanza… Te amo hasta el nivel de la mas silenciosa necesidad cotidiana… Te amo
libremente…
AMOR: una sola palabra, una cosa
pequeña, una palabra no mayor ni mas larga que el filo de una navaja. Eso es lo
que es: una cuchilla. Corta tu vida por el centro, separándolo todo en dos,
haciendo que caiga a uno u otro lado. Antes y después. ANTES Y DESPUÉS. Pero
también DURANTE: un instante no mayor ni mas largo que el filo de una navaja.
No se si este sentimiento, esto
que crece en mi interior, es algo horrible y morboso o es lo mejor que me paso
nunca. Sea como fuere, no puedo pararlo. Perdí el control. Y lo mas terrible es
que, a pesar de todo, estoy contenta.
Simplemente me impresiona lo
rápido que pasa el tiempo. Algún día me despertare y toda mi vida estará ya detrás de mi y me parecerá que ha transcurrido tan deprisa como un sueño.
Es estúpido, ser tan descuidados
con nuestro tiempo y creer que nos queda tanto.
Inimaginable, incomprensible: una
vida sin el. La idea me destroza, el hecho de que este casi llorando me hace
pedazos. La idea de que haya hecho esto por mi, que crea que yo merezco esto,
me mata. El es mi mundo y mi mundo es el, y sin el no hay mundo.
Ahora que se que lo voy a tener a
el, que nos tenemos el uno al otro, siento que nunca mas voy a tener miedo de
nada.
Se que la vida no es vida si te
limitas a dejarte llevar por ella. Se que el objetivo, el único objetivo, es
encontrar las cosas que importan y aferrarse a ellas, luchar por ellas y
negarse a soltarlas.
Amor, la mas mortal de las cosas
mortales. Te mata tanto cuando la tienes como cuando no la tienes. Pero no es así exactamente. Eres el que condena y el condenado. El verdugo, la cuchilla,
el indulto de ultima hora, la respiración jadeante y el cielo tormentoso y el
“gracias, gracias, gracias Dios”. Amor: te mata y te salva a la vez.
Resplandeciente como una estrella
que parpadea en la oscuridad solo para mi.
Pero tengo un secreto. Aunque
construyan murallas que lleguen hasta el cielo, yo encontrare la forma de volar
sobre ellas. Aunque intenten atraparme con cientos de armas, yo encontrare un
modo de resistir. Y hay muchos como yo ahí afuera, mas de los que crees. Gente
que se niega a dejar de creer. Gente que se niega a volver a tierra. Gente que
ama en un mundo sin murallas, gente que ama frente al odio, frente al rechazo,
sin miedo y contra toda esperanza.
Te amo. Recuerdalo. Eso no pueden
quitártelo