Esta es una sección en la que les voy a poner todas las citas que saco de algún libro en especifico. Tengo la manía de copiar todas las frases que me gustan, que me llegan que me hacen sentirme bien.
Esta semana decidí ponerles las citas de:
No comenzamos como polvo y no terminamos
como polvo. Somos más que polvo.
Citas:
No tiene idea de lo hermosas que se vuelven las cosas cotidianas cuando
desaparecen.
Amar es tan doloroso, ¿cómo se lo podríamos desear a alguien? Y el
amor es tan esencial, ¿cómo podríamos interponernos en su camino?
Las cosas no las produce mágicamente alguna fuerza exterior; son
mágicas porque nosotros las creamos y luego las consideramos así.
El despertar del mundo. Hasta el más cínico de nosotros debe
recibirlo con una pizca de esperanza. Tal vez sea una reacción química,
nuestros pensamientos conversan con el amanecer y crean esa breve pero intensa
fe en lo que nace.
Nos quedamos en silencio mientras miramos el sol que se
asoma sobre el horizonte. Sin importar dónde nos encontremos ni a quién estemos
observando, hacemos una pausa. A veces, miramos a la distancia para ver el
comienzo del día. Otras, lo contemplamos reflejado en las personas que se han
vuelto importantes para nosotros, los observamos mientras la luz se extiende
por encima de sus rostros dormidos. ¿Cómo no tener esperanza mientras el mundo,
por un instante, se cubre de un dorado resplandor? Nosotros, que ya no podemos
sentir, aún lo sentimos. El recuerdo es tan fuerte.
Despertar es duro y
glorioso a la vez. Los observamos moverse y luego levantarse con dificultad.
Sabemos que la gratitud es en lo último en lo que piensan. Pero deberían estar
agradecidos.
Es un nuevo día y pueden disfrutarlo.
No existe nada más doloroso que contemplar a alguien cuando pierde
la confianza en ti. En especial, si se trata de tu madre.
La duda es un riesgo aceptable para la felicidad.
– Muy bien, ¿cuál es tu historia? – pregunta Ryan.
Avery levanta
la vista hacia él, la mano aún en el agua.
- ¿Mi historia?
- Claro. Todos
tienen por lo menos una.
La primera frase de la verdad siempre es la más difícil. Todos
teníamos una primera frase y la mayoría encontró la fuerza para decirla en voz
alta a alguien que merecía escucharla. Lo que no esperábamos, y descubrimos,
fue que la segunda frase de la verdad siempre es más fácil que la primera, y la
tercera es todavía más fácil que la segunda. De pronto, te encuentras diciendo
la verdad en párrafos, en páginas. El miedo, el nerviosismo, siguen ahí, pero
se les une una nueva confianza. Todo ese tiempo utilizó la primera frase como
un cerrojo, pero ahora descubres que es la llave.
Puedes dar palabras, pero no puedes quitarlas.
Ese es el poder del beso: No tiene el poder de matarte, pero tiene
el poder de devolverte a la vida.
Eso es lo que puede hacer la persona indicada: hacerte ver ese mundo
mejor.
Un hombre ciego puede ver cuánto te amo.
Es difícil dejar de ver a tu hijo como un hijo y comenzar a verlo
como un ser humano.
Es difícil dejar de ver a tus padres y comenzar a verlos
como seres humanos.
Es una transición que tiene dos lados, y pocas personas
logran recorrerla dignamente.
Cuando necesiten aferrarse a algo, deberían hacerlo. Si algo los
ayuda a atravesar una situación, tómelo.
Decir la verdad en voz alta la vuelve más real.
Es uno de los secretos de la fuerza: es tanto más posible
encontrarla sirviendo a otros que sirviéndonos a nosotros mismos. No sabemos
por qué es así. No es solamente la madre que levanta el auto para liberar a su
hijo o el chico que cubre a su novia cuando alguien comienza a disparar. Esos
son extremos, valientes extremos, que la vida raramente nos ofrece. No, es la
fuerza menos extrema – una fuerza que no es tanto situacional como
constitucional – la que encontraremos en el afán de dar. ¿Cuán a menudo vimos
esto mientras moríamos? ¿Cuántos amantes de voz suave se convertían en feroces
perros guardianes a la hora de cuidarnos? ¿Cuántos padres reticentes perdieron
esa reticencia para estar con nosotros? No todos. Desde luego, no todos
mostraron fuerza. Algunas personas supuestamente fuertes, que formaban parte de
nuestra vida, demostraron que su fuerza, en realidad, estaba hecha de paja.
Pero muchos nos contuvieron de una manera en que no se hubieran contenido así
mismos. Nos acompañaron durante todo el proceso, incluso mientras su mundo se
escurría entre sus dedos. Continuaron peleando, aun después de que nos
hubiéramos ido. O especialmente porque nos habíamos ido. Continuaron peleando
con nosotros.
Nosotros ya nos fuimos y tal vez nuestro espíritu también se
haya ido, ya que los que nos conocían dejaron de recordarnos con frecuencia, o
se unieron a nosotros. Pero el espíritu de esa fuerza… se propaga. Está ahí
para quien lo quiera. Tienen que recurrir a él y encontrarlo.
“Futuro” , que palabra más poderosa. De todas las abstracciones que
podemos señalarnos a nosotros mismos, de todos los conceptos que poseemos y
otros animales no tienen, qué extraordinaria la capacidad de considerar un
tiempo que nunca se ha experimentado. Y qué trágico no considerarlo. Nos irrita
– a nosotros que tenemos un futuro tan limitado – ver a alguien descartarlo
como algo sin sentido, cuando posee una infinita capacidad de sentirlo, y un
número infinito de sentidos dentro de él.
Muchos tuvimos que sufrir el abuso de personas que eran más tontas
y/o más crueles que nosotros solo porque eran de mayor tamaño, solo porque eran
más ruidosas, solo por quiénes eran sus padres o a qué equipo pertenecían, o
porque tenían el auténtico descaro de maltratarnos mientras nosotros no
teníamos los medios para defendernos.
La muerte es dura, y enfrentarse a la muerte es doloroso. Pero
todavía más dolorosa es la sensación de que a nadie le importa.
A veces el poder de la furia es tan intenso que lo disparas hacia
todos lados. Aun cuando, para ser sinceros, uno debería disparar su furia sobre
las personas con las cuales uno está verdaderamente enojado, las personas que
realmente merecen esa furia.
Ahora que ya no espera que vengan, Craig descubre cuánto esperaba
verlos.
Está a punto de descubrir esa verdad realmente dura: que nunca
estará completo o se sentirá completo. En general, es algo que solo hay que
aprender una vez: así como no existe él para siempre, tampoco existe lo
completo. Cuando estás cautivado por tu primer amor, ese descubrimiento es como
si quebrar todo el ímpetu, como si desgastara toda promesa. Durante el último
año, Neil aceptó que el amor era como un líquido que se vierte en un recipiente
y que, cuanto más duraba el amor, más lleno estaba el recipiente, hasta que se
llenaba del todo. La verdad es que, con el tiempo, el recipiente también se
expande. Creces, tu vida se agranda y no puedes esperar que el amor de tu
pareja te llene por completo. Siempre habrá espacio para otras cosas. Y ese
espacio no está vacío, si no que está lleno de otro elemento. Aun cuando el
líquido sea más fácil de ver, hay que aprender a valorar el aire.
No se puede vivir por el bien de otro. Por mucho que quieras, no
puedes mantenerte vivo solo porque otras personas quieren que vivas. No puedes
mantenerte vivo por tus padres. No puedes mantenerte vivo por tus amigos. Y no
es tu responsabilidad mantenerte vivo por ellos. Para vivir, la única
responsabilidad que tienes es para contigo mismo.
Sabemos lo que es estar vivo en el presente pero muerto en el
futuro. Pero tú eres lo contrario: tu futuro ser sigue vivo. Tienes una
responsabilidad con tu futuro ser, que es alguien a quien, quizás, todavía no
conozcas, quizás todavía no comprendas. Porque hasta que mueras, ese ser futuro
tiene tanta vida como tú mismo.
Elijan sabiamente la manera de actuar.
Todos ustedes deberían vivir para encontrar a su futuro ser.
Existe lo repentino y lo ineludible.
Y en el medio, está la vida.
Eso es todo lo que les pedimos: sean más que
polvo
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