jueves, 2 de febrero de 2017

Jueves de citas #102

Esta es una sección en la que les voy a poner todas las citas que saco de algún libro en especifico. Tengo la manía de copiar todas las frases que me gustan, que me llegan que me hacen sentirme bien. 

Esta semana decidí ponerles las citas de:

Dos chicos besándose

Citas:

No tiene idea de lo hermosas que se vuelven las cosas cotidianas cuando desaparecen. 


Amar es tan doloroso, ¿cómo se lo podríamos desear a alguien? Y el amor es tan esencial, ¿cómo podríamos interponernos en su camino? 


Las cosas no las produce mágicamente alguna fuerza exterior; son mágicas porque nosotros las creamos y luego las consideramos así. 


El despertar del mundo. Hasta el más cínico de nosotros debe recibirlo con una pizca de esperanza. Tal vez sea una reacción química, nuestros pensamientos conversan con el amanecer y crean esa breve pero intensa fe en lo que nace. 
Nos quedamos en silencio mientras miramos el sol que se asoma sobre el horizonte. Sin importar dónde nos encontremos ni a quién estemos observando, hacemos una pausa. A veces, miramos a la distancia para ver el comienzo del día. Otras, lo contemplamos reflejado en las personas que se han vuelto importantes para nosotros, los observamos mientras la luz se extiende por encima de sus rostros dormidos. ¿Cómo no tener esperanza mientras el mundo, por un instante, se cubre de un dorado resplandor? Nosotros, que ya no podemos sentir, aún lo sentimos. El recuerdo es tan fuerte. 
Despertar es duro y glorioso a la vez. Los observamos moverse y luego levantarse con dificultad. Sabemos que la gratitud es en lo último en lo que piensan. Pero deberían estar agradecidos. 
Es un nuevo día y pueden disfrutarlo. 


No existe nada más doloroso que contemplar a alguien cuando pierde la confianza en ti. En especial, si se trata de tu madre. 


La duda es un riesgo aceptable para la felicidad. 


– Muy bien, ¿cuál es tu historia? – pregunta Ryan. 
Avery levanta la vista hacia él, la mano aún en el agua. 
- ¿Mi historia? 
- Claro. Todos tienen por lo menos una. 


La primera frase de la verdad siempre es la más difícil. Todos teníamos una primera frase y la mayoría encontró la fuerza para decirla en voz alta a alguien que merecía escucharla. Lo que no esperábamos, y descubrimos, fue que la segunda frase de la verdad siempre es más fácil que la primera, y la tercera es todavía más fácil que la segunda. De pronto, te encuentras diciendo la verdad en párrafos, en páginas. El miedo, el nerviosismo, siguen ahí, pero se les une una nueva confianza. Todo ese tiempo utilizó la primera frase como un cerrojo, pero ahora descubres que es la llave. 


Puedes dar palabras, pero no puedes quitarlas.


Ese es el poder del beso: No tiene el poder de matarte, pero tiene el poder de devolverte a la vida. 


Eso es lo que puede hacer la persona indicada: hacerte ver ese mundo mejor. 


Un hombre ciego puede ver cuánto te amo. 


Es difícil dejar de ver a tu hijo como un hijo y comenzar a verlo como un ser humano.
Es difícil dejar de ver a tus padres y comenzar a verlos como seres humanos. 
Es una transición que tiene dos lados, y pocas personas logran recorrerla dignamente. 


Cuando necesiten aferrarse a algo, deberían hacerlo. Si algo los ayuda a atravesar una situación, tómelo. 


Decir la verdad en voz alta la vuelve más real. 


Es uno de los secretos de la fuerza: es tanto más posible encontrarla sirviendo a otros que sirviéndonos a nosotros mismos. No sabemos por qué es así. No es solamente la madre que levanta el auto para liberar a su hijo o el chico que cubre a su novia cuando alguien comienza a disparar. Esos son extremos, valientes extremos, que la vida raramente nos ofrece. No, es la fuerza menos extrema – una fuerza que no es tanto situacional como constitucional – la que encontraremos en el afán de dar. ¿Cuán a menudo vimos esto mientras moríamos? ¿Cuántos amantes de voz suave se convertían en feroces perros guardianes a la hora de cuidarnos? ¿Cuántos padres reticentes perdieron esa reticencia para estar con nosotros? No todos. Desde luego, no todos mostraron fuerza. Algunas personas supuestamente fuertes, que formaban parte de nuestra vida, demostraron que su fuerza, en realidad, estaba hecha de paja. Pero muchos nos contuvieron de una manera en que no se hubieran contenido así mismos. Nos acompañaron durante todo el proceso, incluso mientras su mundo se escurría entre sus dedos. Continuaron peleando, aun después de que nos hubiéramos ido. O especialmente porque nos habíamos ido. Continuaron peleando con nosotros. 
Nosotros ya nos fuimos y tal vez nuestro espíritu también se haya ido, ya que los que nos conocían dejaron de recordarnos con frecuencia, o se unieron a nosotros. Pero el espíritu de esa fuerza… se propaga. Está ahí para quien lo quiera. Tienen que recurrir a él y encontrarlo. 


“Futuro” , que palabra más poderosa. De todas las abstracciones que podemos señalarnos a nosotros mismos, de todos los conceptos que poseemos y otros animales no tienen, qué extraordinaria la capacidad de considerar un tiempo que nunca se ha experimentado. Y qué trágico no considerarlo. Nos irrita – a nosotros que tenemos un futuro tan limitado – ver a alguien descartarlo como algo sin sentido, cuando posee una infinita capacidad de sentirlo, y un número infinito de sentidos dentro de él. 


Muchos tuvimos que sufrir el abuso de personas que eran más tontas y/o más crueles que nosotros solo porque eran de mayor tamaño, solo porque eran más ruidosas, solo por quiénes eran sus padres o a qué equipo pertenecían, o porque tenían el auténtico descaro de maltratarnos mientras nosotros no teníamos los medios para defendernos. 


La muerte es dura, y enfrentarse a la muerte es doloroso. Pero todavía más dolorosa es la sensación de que a nadie le importa. 


A veces el poder de la furia es tan intenso que lo disparas hacia todos lados. Aun cuando, para ser sinceros, uno debería disparar su furia sobre las personas con las cuales uno está verdaderamente enojado, las personas que realmente merecen esa furia. 


Ahora que ya no espera que vengan, Craig descubre cuánto esperaba verlos. 


Está a punto de descubrir esa verdad realmente dura: que nunca estará completo o se sentirá completo. En general, es algo que solo hay que aprender una vez: así como no existe él para siempre, tampoco existe lo completo. Cuando estás cautivado por tu primer amor, ese descubrimiento es como si quebrar todo el ímpetu, como si desgastara toda promesa. Durante el último año, Neil aceptó que el amor era como un líquido que se vierte en un recipiente y que, cuanto más duraba el amor, más lleno estaba el recipiente, hasta que se llenaba del todo. La verdad es que, con el tiempo, el recipiente también se expande. Creces, tu vida se agranda y no puedes esperar que el amor de tu pareja te llene por completo. Siempre habrá espacio para otras cosas. Y ese espacio no está vacío, si no que está lleno de otro elemento. Aun cuando el líquido sea más fácil de ver, hay que aprender a valorar el aire.


No se puede vivir por el bien de otro. Por mucho que quieras, no puedes mantenerte vivo solo porque otras personas quieren que vivas. No puedes mantenerte vivo por tus padres. No puedes mantenerte vivo por tus amigos. Y no es tu responsabilidad mantenerte vivo por ellos. Para vivir, la única responsabilidad que tienes es para contigo mismo. 


Sabemos lo que es estar vivo en el presente pero muerto en el futuro. Pero tú eres lo contrario: tu futuro ser sigue vivo. Tienes una responsabilidad con tu futuro ser, que es alguien a quien, quizás, todavía no conozcas, quizás todavía no comprendas. Porque hasta que mueras, ese ser futuro tiene tanta vida como tú mismo. 


Elijan sabiamente la manera de actuar. 


Todos ustedes deberían vivir para encontrar a su futuro ser. 


Existe lo repentino y lo ineludible. 
Y en el medio, está la vida. 


No comenzamos como polvo y no terminamos como polvo. Somos más que polvo. 
Eso es todo lo que les pedimos: sean más que polvo



¿Leyeron el libro? ¿Cual es la frase que mas les gusto?



Saludos de tinta!!


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