Esta es una sección en la que les voy a poner todas las citas que saco de algún libro en especifico. Tengo la manía de copiar todas las frases que me gustan, que me llegan que me hacen sentirme bien.
Esta semana decidí ponerles las citas de:
La espada nunca mata a nadie, mata quien la
empuña
Citas:
Y si durmieras. Y si mientras duerme, soñaras. Y si mientras sueñas,
fueses al cielo y allí arrancaras una flor extraña y hermosa. Y si al
despertar, tuvieras esa flor en la mano. Ah, ¿Qué dirías entonces?
– Samuel
Taylor Coleridge.
Quienes sueñan durante la noche desde rincones polvorientos de la
mente despiertan por la mañana para encontrar que aquello que soñaron era
vanidad. Pero los soñadores diurnos son gente peligrosa, pues actúan en sus
sueños con los ojos abiertos, para que aquello que sueñan se haga realidad.
–
T. E. Lawrence.
Los secretos son raros.
Los hay de tres clases. Los primeros son
los que todo el mundo conoce, los que requieren al menos dos personas. Una para
guardarlos. Otra para no descubrirlos jamás. Los segundos son más complejos:
son los que te guardas para ti. Todos los días, miles de personas callan
confesiones a sus confesores sin ser conscientes de que esos secretos nunca
admitidos se resumen en las mismas dos palabras: “Tengo miedo”.
Y luego está
la tercera clase de secreto, el más recóndito. El secreto que nadie conoce.
Quizá se supo una vez, pero se fue a la tumba con su portador. O quizá se traté
de un misterio inútil, un misterio oscuro y solitario que nadie ha descubierto
porque nadie se ha preocupado por él.
A veces, en ocasiones excepcionales,
hay secretos que permanecen sin descubrirse porque lo que contienen es de una
naturaleza tan extraña, vasta y aterradora que sobrepasa la capacidad de
comprensión de la mente.
Todos tenemos secretos en nuestras vidas. Los
guardamos o nos los guardan, los controlamos o escapan de nuestro control.
Secretos y cucarachas; eso es lo único que sobrevivirá cuando todo termine.
Pensó que el mundo se ahorraría muchos problemas si hubiera más
amabilidad y más decencia.
Hacia tiempo que ni ella ni él besaban a nadie, pero no importó.
Besar es como reír. Si el chiste tiene gracia, da igual el tiempo que haya
transcurrido desde el chiste anterior.
Era consciente de que había horrores en el mundo, y aun así se reía.
- ¿Nunca has sentido que en ti hay algo diferente? – replicó Cala. -
¿Qué en ti hay algo más?
El corazón de Blue volvió a brincar.
- Si.
Cala
se sacó del bolsillo las llaves del coche oficial de Fox Way.
- Me alegro. Es
lo que todo el mundo debería sentir.
Puede que fueran a dar un paseo las dos solas, ella y la navaja
automática. Hacían buena pareja. Ambas eran incapaces de abrirse sin hacer
daño.
Somos seres que aprecian los placeres sencillos.
Le había sentado bien identificar el problema. Aquella parte era
siempre la más difícil. En un motor, en clase, en la vida. Sin embargo, en
cuanto sabías a qué te enfrentabas, las soluciones llegaban por sí solas.
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