Esta es una sección en la que les voy a poner todas las citas que saco de algún libro en especifico. Tengo la manía de copiar todas las frases que me gustan, que me llegan que me hacen sentirme bien.
Esta semana decidí ponerles las citas de:
Citas:
Lo que tienen los caminos es que son
impredecibles. Y entonces sólo podés elegir el inicio de un camino, pero no con
qué te vas a encontrar después. ¿Querés saber que hay después? Más camino, eso
hay después
Citas:
No nos dejamos sufrir, no nos dejamos esperar, no nos dejamos sentir, no
nos dejamos cambiar una y millón de veces, no nos dejamos soltar, no nos
dejamos soñar. Que la utopía sirve para caminar, dijo Galeano. Y para eso
sirven también los sueños. Que no todos los sueños se van a cumplir, y qué
importa. ¿Por qué no nos dejamos soñarlos igual?
Lo poquito que entiendo de la vida es por leer libros.
Soltar duele.
¿Y sostener lo insostenible?
Hay dos mundos, cuenta la leyenda. El del derecho y el del revés.
Los del derecho odian a las personas que habitan el del revés. En el mundo del
revés no existe el odio.
Son gente extraña los ciudadanos del mundo del
revés. Apenas usan los celulares, y cuando hablan se miran a los ojos. Aceptan
las diferencias, y cuestionan las igualdades.
Los locos andan sueltos, y son
las personas más interesantes. No existen los programas de chimentos, porque
cada ser anda entretenido con su vida. Hay leyes en el mundo del revés. Son
simples, y se cumplen.
Artículo 34: Prohibido comer chocolate pensando en las
calorías.
Artículo 15: Prohibido asistir a eventos “de compromiso”.
Artículo 12: El Gobierno federal no sostiene ningún culto. Puede usted creer en
lo que quiera.
No existen la visa, ni el pasaporte. Cada persona puede
viajar, estar y quedarse, en cualquier parte del mundo. Tampoco existe la moda.
Cada mundoresviano se viste con lo que quiere. Cuando las personas no se
gustan, se lo dicen. Cuando se gustan, se dejan llevar. En lugar de mediar con
dinero, las cosas se obtienen por trueque. Los mundosresvianos no comprenden
por qué habría que darle tanto valor a un papel.
Hay varios dioses, todos
imperfectos. A veces dan malos consejos, y son muy malos jugando al póker.
-
¡Me dijiste que la llamara!
- Es que pensé que te quería.
- Pero, ¿no te
diste cuenta que no me quería?
- No. Me distraje horas mirando una flor.
-
No podrías ser un Dios en el mundo del derecho.
- Bah. No te lo creas. El
Dios al que le rezan los de allá hace cosas mucho peores.
El pueblo gobierna,
y el Estado escucha. Cuando los mundoresvianos se drogan o emborrachan,
empiezan a comportarse como los del mundo del derecho. Entonces mienten,
exageran, faltan a los códigos, y comen cosas dietéticas. Se preocupan por el
futuro, trabajan infinitas horas, y pasan más tiempo frente a la televisión que
usando la imaginación.
La sexualidad no está dividida por categorías en el
mundo del revés. Ellos entienden que no es relevante. Cuando quieren insultar a
alguien, enojados gritan: “¡Ojalá que no
juegues nunca más como cuando eras chico! ¡Ojalá visites las montañas y no te
gusten! ¡Ojalá tomes el café con edulcorante!”.
Los bares están pintados
con poesía. En las clases universitarias, los alumnos participan, y los
docentes se desesperan por aprender de ellos. Los teatros están llenos y las
cárceles vacías. El desamor no es una desgracia, es una experiencia. Los
periódicos no tergiversan, informan. Ninguna persona es millonaria. Tampoco
alguien muere de hambre. Hay muchas hamacas, y pocos vicios.
A veces los del
mundo del derecho visitan a los del mundo del revés. Y cuando éstos cuentan
cosas de su planeta, los mundoresvianos los miran sorprendidos y piensan “¡Qué raros! Quién podría vivir en un mundo
así”…
Todos somos espejos. Reflejos de otros. Somos lo que soltamos. Y lo
que abrazamos desesperadamente. Somos lo que amamos y lo que alguna vez nos
amó. Somos las cosas que elegimos olvidar. Ese secreto que no pudimos contarle
a nadie. Somos marcas, ausencias, rechazos, aceptación, esperanza. Somos
fuerza, debilidad. Cordura y heroísmo. Somos el silencio que enmudece a lo que
duele. Y esa risa que libera las penas. Somos lo que padecemos. Y lo que nos
apasiona. Somos lo que negamos, y lo que permitimos. Somos contradicción. Somos
preguntas. Somos miedo. Todos somos máscaras.
En algún rincón de tu ser, siempre estás solo. Y a pesar de eso, en
el camino te vas a encontrar con personas que mágicamente, van a restar de tu
ser un poco de esa soledad innata y profunda. Doy por aprendido que llegan a
nosotros sólo las personas que permitimos que lleguen. Abrí la puerta y dejá
que pasen. Confiá. Una habitación de tu vida siempre va a ser sólo tuya. Las
otras, créeme, son más lindas habitadas con los demás.
¿Qué puede pasar si jugamos?
Está
el riesgo de perder.
Pero… ¿qué puede pasar si perdemos?
Nos puede invadir la tristeza.
Y, ¿no
es más triste no jugar?
Tal vez los mejores caminos son los que no nos llevan al lugar que
esperábamos.
¿Leyeron el libro? ¿Cual es la frase que mas les gusto?
Hola!! Que bonitas! Ni conocía el libro pero tiene pintas de ser un libro muy entrañable. Como siempre en este tipo de entradas ya me he enamorado de varias frases xDD
ResponderBorrarMuchas gracias por compartirlas, me han gustado mucho:3